EL CHOLO QUE ODIO LA PLATA
Este es el entristecido relato de un cholo que se enamoró de una chica, él se fue a Guayaquil a conseguir plata trabajando y ella se quedó en su pueblo natal, ella no le correspondió con su amor, después de un tiempo eligió a un hombre llamado Andrés y se casó con él, pero no sabía cómo era en realidad el hombre con el que se casó.
Resulta que era malo, la maltrataba física y psicológica mente; el cholo se enteró y quiso que se las pagara y vengarse, pero él conocía a Andrés, sabía cómo era y lo que le esperaba a la chica, así que decidió que esa iba a ser su venganza.
Años después, se encuentra con ella y le cuenta de su venganza, que sufra viendo como le hubiera ido con él y cómo estaba ella ahora.Pienso que fue una venganza muy particular, el primero pensó en matarlo, pero se dio cuenta que Andrés no tenía la culpa, si ella se fue con él era porque ya no lo quería, y ya no había vuelta atrás. Pienso que cuando nos hacen daño, no es sano vengarse porque acumulas un resentimiento, rencor, rabia y llegará el momento en que ese sentimiento estallará y pueden salir heridas personas que no tiene nada que ver con la venganza.
Datos Biográficos
Aguilera Malta nació en Guayaquil, el 24 de mayo de 1909. Fue hijo de Demetrio Aguilera Sánchez, antiguo combatiente de las montoneras alfaristas, y de Teresa Malta.
Aguilera Sánchez se dedicó al comercio y a la agricultura, estableciendo su negocio en la isla San Ignacio, ubicada en el Golfo de Guayaquil. En sus travesías fluviales llevaba de acompañante a su hijo Demetrio. Estos viajes fueron uno de los elementos inspiradores de la literatura del autor. El contacto con el río Guayas, el entorno geográfico del perfil costanero, las islas intrincadas llenas de manglares y sus habitantes, los cholos, se convirtieron en protagonistas de sus obras.
Dos escritores ejercieron una fuerte influencia en su formación intelectual: José de la Cuadra y Joaquín Gallegos Lara, líder del Grupo Guayaquil. Aguilera se distinguió por ser un lector voraz. Fue inmenso su afán por conocer y aprender. Sus lecturas: Fedor Dostoievski, Thomas Mann, Benito Pérez Galdós y León Tolstoi, que le dieron herramientas para tornear psicológicamente a sus futuros personajes de novelas.
Ejerció el magisterio en universidades extranjeras. Fue subsecretario de Educación en 1937 y en 1943. En este último año fue nombrado director del Museo Único en Quito. Ingresó a estudiar Derecho en la Universidad, pero dejó trunca la carrera.
Años después, se encuentra con ella y le cuenta de su venganza, que sufra viendo como le hubiera ido con él y cómo estaba ella ahora.Pienso que fue una venganza muy particular, el primero pensó en matarlo, pero se dio cuenta que Andrés no tenía la culpa, si ella se fue con él era porque ya no lo quería, y ya no había vuelta atrás. Pienso que cuando nos hacen daño, no es sano vengarse porque acumulas un resentimiento, rencor, rabia y llegará el momento en que ese sentimiento estallará y pueden salir heridas personas que no tiene nada que ver con la venganza.
Demetrio Aguilera Malta, el fabulador de lo cholo
Aguilera Malta nació en Guayaquil, el 24 de mayo de 1909. Fue hijo de Demetrio Aguilera Sánchez, antiguo combatiente de las montoneras alfaristas, y de Teresa Malta.
Aguilera Sánchez se dedicó al comercio y a la agricultura, estableciendo su negocio en la isla San Ignacio, ubicada en el Golfo de Guayaquil. En sus travesías fluviales llevaba de acompañante a su hijo Demetrio. Estos viajes fueron uno de los elementos inspiradores de la literatura del autor. El contacto con el río Guayas, el entorno geográfico del perfil costanero, las islas intrincadas llenas de manglares y sus habitantes, los cholos, se convirtieron en protagonistas de sus obras.
Dos escritores ejercieron una fuerte influencia en su formación intelectual: José de la Cuadra y Joaquín Gallegos Lara, líder del Grupo Guayaquil. Aguilera se distinguió por ser un lector voraz. Fue inmenso su afán por conocer y aprender. Sus lecturas: Fedor Dostoievski, Thomas Mann, Benito Pérez Galdós y León Tolstoi, que le dieron herramientas para tornear psicológicamente a sus futuros personajes de novelas.
Ejerció el magisterio en universidades extranjeras. Fue subsecretario de Educación en 1937 y en 1943. En este último año fue nombrado director del Museo Único en Quito. Ingresó a estudiar Derecho en la Universidad, pero dejó trunca la carrera.